martes, 26 de noviembre de 2013

BRUNO MARS EN MADRID: SEXO, CONFETI Y CINTAS DE VÍDEO


La nueva estrella estadounidense encadenó con soltura éxitos pegajosos, rodados juegos escénicos y muchas referencias a iconos negros del pop. “Bésame con lengua”, incitó con ternura, y en castellano, al público. Los gritos, claro, fueron ensordecedores.

Pero posiblemente pocos de los 10.000 que llenaban anoche el Palacio Vistalegre, de la capital, pensaban en esto cuando, a las nueve y cuatro de la noche, comenzaron a sonar los ritmos tribales que introdujeron el espectáculo de este hawaiano, de 28 años. El motivo más probable por el que las entradas llevaban meses agotadas son los estribillos pegajosos de esta estrella recién llegada, que, sin embargo, ya de niño imitaba a Elvis Presley (busquen Little Elvis in Honeymoon in Vegas, en YouTube) y que lleva años empollándose los secretos de la canción de pop perfecta, como productor y compositor.
Bruno Mars en Madrid: sexo, confeti y cintas de vídeo
Bruno Mars, siempre sonriente e inseparable de su sombrero.
Entre divas que rugen por ser la mayor estrella mediática, dj's galácticos y nuevas boy band más despeinadas que las de antes, Bruno Mars se ha hecho con su nicho en las listas de éxitos por su cálida y potente voz, su versatilidad como músico y porque, como demostró anoche en Madrid, tiene la soltura de quien lleva toda la vida actuando. En sus últimos videoclips manda la estética retro, con el grano de las viejas cintas de vídeo VHS, y el mensaje parece claro: Bruno Mars se presenta como una estrella de las de antes. 



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