viernes, 29 de noviembre de 2013

UNO DE LOS DIEZ MEJORES EN LA HISTORIA

Que en su último álbum cante sobre fornicar como un gorila (Gorilla) o vaginas que se le cierran delante de las narices (Locked out of heaven) suma picardía. Y Bruno Mars se sabe sexy:“Bésame mucho, bésame con lengua”, cantó en castellano, para recibir otra, de tantas, ovaciones ensordecedoras. Había padres con hijos pero no fue necesario poner ningún rombo en la pantallas, detrás y a los lados del escenario. Es una estrella amable y con su cara de no haber roto un plato (aunque le pillaran con cocaína, justo cuando despegaba) ha conquistado a muchas adolescentes, que poblaban las primeras filas. Sus gritos se escucharon los que más y cuando Bruno interpretó Just the way you are en el tramo final, sacaron cientos de pancartas, con una sola palabra escrita: gracias. Una idea que no hubiera sido posible sin las redes sociales. No todo era mejor antes.
Para los programados bises, Bruno Mars (es Peter Gene Hernández en su DNI, por cierto) regresó con su mayor éxito y el tema mejor recibido del repertorio: Locked out of heaven, ese quemapistas a lo Police, con el que más de uno y de dos seguramente hayan perdido los papeles, cubata en mano, este año. Lo que hubiera sido un explosivo final, con confeti dorado a tutiplén por los aires, quedó algo palidecido por el siguiente y último tema, Gorilla, descafeinado y para el que sí hubo un gran despliegue de luces y de imágenes selváticas en las luces led. Tanta modernidad quizás no sienta bien a esta estrella inseparable de su sombrero.

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